La página continua con la idea de jugar a hacer dulces, se explica que por lo general juega con sus amigas, pero que cuando juega a hacer dulces lo hace sola... acabo de leer una frase que me indica que mi narrador no es el padre, y creo que finalmente aparecerá el libro... "y una vez le sucedió a Nené una cosa muy rara: le pidió a sus papá dos centavos para comprar un lápiz nuevo, y se le olvidó en el camino, se le olvidó como si no hubiera pensado nunca en comprar el lápiz: lo que compró fue un merengue de frase". Me engañé, tenemos un narrador omnisciente y el libro no entró en escena. Puede ser que el cuento explique los intentos explícitos de la niña por entrar en el mundo de lo escrito y tal vez sea incidental su encuentro con lo impreso. El libro sobre su regazo y el intento de comprar un lápiz... Viene a mi mente la imagen de otro niño con un lápiz y una hoja en blanco, también latinoamericano, pero es otra historia (la composición, Skármeta).
Termino la página...
Uy que lindo!! Por supuesto apareció el libro! y de manos del padre. José Martí nos describe el amor del padre a la hija, "no le decía Nené, sino 'la hijita'". Dice que la extrañaba cuando no la veía y que cuando regresaba del trabajo ella siempre salía a recibirlo "con los brazos abiertos, como un pajarito que abre las alas para volar; y su papá la alzaba del suelo, como quien coge de un rosal una rosa", que bonito, pienso en muchas cosas, he visto niños correr y abrazar a sus padres, es muy emocionante, y las metáforas son preciosas, me revelan la carga afectiva de la situación, el pajarito que abre las alas... veo a los niños volar cuando sus padres los alzan y giran con ellos; pero el padre no alza a un pajarito recoge una rosa, es su niña, su hija única, lo que le queda de la madre.
"...ella lo miraba con mucho cariño, como si le preguntase cosas; y él la miraba con los ojos tristes, como si quisiese echarse a llorar. Pero en seguida se ponía contento...", "Siempre traía el papá de Nené algún libro nuevo, y se lo dejaba ver cuando tenía figuras; y a ella le gustaban mucho unos libros que él traía, donde estaban pintadas las estrellas, que tiene cada una su nombre y su color...". Pienso en mi padre, que no me traía libros pero me llevaba a comprar los suyos, recorríamos librerías, y sobre todo puestos de libros de segunda, y comprábamos libros.
lunes, 19 de abril de 2010
PAGINA 2
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